miércoles, 7 de agosto de 2013

El camino de Milagros: Quiaca, Yavi, Salinas y Salta




Una de nuestras pasajeras, Milagros, recorrió en marzo los paisajes del noroeste argentino.

Como es su costumbre, tomó fotos de todo lo visto y notas de lo acontecido. El siguiente artículo es un extracto de los días 4 y 5 del viaje. Pronto vamos a estar publicando el resto.








Día 4: La Quiaca, Yavi, Humahuaca y Jujuy.

Hoy cruzamos a Bolivia: Destino de Compras.
De camino a  Bolivia pasamos por La Quiaca, en donde paramos para sacarnos unas fotos con el famoso cartel donde se describe los kilómetros de Ushuaia a la Quiaca. Al este de La Quiaca, pasamos por el Pueblo de Yavi, su atractivo es sin duda la Capilla de San Francisco, inaugurada en 1690 de líneas arquitectónicas sencillas. El histórico pueblo de Yavi se encuentra en la actualidad parcialmente despoblado con  apenas 339 habitantes.Al regresar de Bolivia, por la tarde llegamos al pueblo de Humahuaca.
Su nombre deriva del nombre de una nación de originarios que habitó la región (los omaguacas). Encabezado  por el Monumento a los Héroes de la Independencia y al Ejército del Norte, erigido por Ernesto Soto Avendaño en homenaje a los nativos de la Quebrada que jugaron un papel primordial en la lucha por la independencia.



Día 5: Salinas y Salta.
Hoy emprendimos el camino Salta.
En el camino pudimos visitar Salinas Grandes.
Las Salinas Grandes son consideradas las terceras más grandes del mundo después del Salar de Uyuni en Bolivia y el Salar de Arizaro en Salta estas salinas brindan un espectáculo visual único en temporadas de lluvias ya que se cubren por 30 cm. de agua produciendo un panorama de color turquesa con vista al nevado de Chañi a sus espaldas y la ruta que atraviesa por medio de ellas. Están situadas entre los límites de las provincias norteñas de Jujuy y Salta, son una de las salinas de mayor extensión dentro del país. Desde esta inmensa planicie de sal, que presenta un bello y característico paisaje de la puna  jujeña.


Horas más tarde, al llegar de nuevo a la ciudad de Salta, aún cansada pero felíz, recorrí el Monumento a Güemes, la Iglesia y la plaza. Me habían recomendado sacar fotos de noche Salta se volvía mucho más Linda todavía. Y era cierto.





Pocas veces se tiene oportunidad de estar frente a un horizonte infinito.